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Memoria de las XII Jornadas CCK en San José (Uruguay)

Cristina Rodríguez

Después de dos años de pausa, a causa de la pandemia mundial de Covid-19, Fundación Kreanta ha retomado en 2022 sus Jornadas, esta vez en formato híbrido en San José de Mayo, una ciudad mediana de Uruguay. Desde las Jornadas Rutas Singulares, desarrolladas entre 2017 y 2019, Fundación Kreanta refuerza su apuesta por el protagonismo de las ciudades medianas, más allá de las grandes metrópolis.

La duodécima edición de las Jornadas Ciudades Creativas Kreanta ha tenido lugar del 13 al 15 de octubre de 2022 y ha sido organizada conjuntamente con la Intendencia de San José y el apoyo de Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. En esta edición, el mundo del libro ha tenido un fuerte protagonismo, puesto que las Jornadas se han desarrollado en el marco de la 15ª Feria Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro de San José, cuyo lema era “Demos vuelta la página”, afirmando una voluntad de dar un giro en las políticas públicas acorde a los retos del milenio y un nuevo impulso a la cultura, la creatividad y el sector del libro en particular en la era postpandemia.

 

Cultura y creatividad, imprescindibles para fomentar el desarrollo sostenible

Las Jornadas del jueves 13 y del viernes 14 de octubre, han tenido lugar en la Escuela de Gobernanza, una institución innovadora impulsada por la Intendencia de San José, que fomenta una cultura de la gobernanza donde la participación ciudadana tiene un rol fundamental en la elaboración de políticas públicas.

La Escuela de Gobernanza, espacio para repensar las políticas públicas, ha sido el escenario de las jornadas del 13 y 14 de octubre. La inauguración ha sido a cargo de Félix Manito, presidente de Fundación Kreanta; Mariana Wainstein, directora nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay; y Ana María Betanberri, Intendente de San José. Félix Manito ha recalcado la importancia de que las Jornadas se desarrollaran en una ciudad mediana, que apuesta por la cultura y que promueve eventos referentes como la Feria Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro. Por su parte, Mariana Wainstein ha intervenido para destacar que el papel del Ministerio de Educación y Cultura ha sido apoyar tanto la iniciativa de las Jornadas como la Feria, en su línea de descentralización, orientada a facilitar espacios de diálogo con el territorio. Finalmente, Ana María Betanberri ha afirmado su voluntad de brindarle nuevas oportunidades a San José y crear alianzas internacionales a partir de las Jornadas.

El reconocimiento de la cultura como bien público mundial imprescindible para el desarrollo sostenible así como las conclusiones de la Declaración final de Mondiacult, la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible desarrollada del 28 al 30 de septiembre de 2022 en México, han planeado durante las Jornadas en las múltiples referencias de los ponentes en sus intervenciones. Asimismo, la pandemia también ha tenido su protagonismo en las diferentes intervenciones, en las cuales se ha aludido a lo que supuso como prueba para la capacidad de resiliencia de actores e instituciones culturales, obligando a repensar numerosas iniciativas. Además, la pandemia ha puesto de manifiesto el cambio de paradigma mundial que se está viviendo, que ha conllevado la confirmación de la presencia de los derechos culturales, el medioambiente, el feminismo, las narrativas decoloniales y la salud como temas ineludibles de la agenda política de la cultura.

La jornada del 13 de octubre se ha desarrollado en torno a las políticas públicas de la ciudad creativa, con un primer bloque de conversatorios centrados en la agenda local de la cultura y las estrategias, que favorecen el desarrollo de ciudades creativas, y, un segundo bloque enfocado en dos ámbitos clave para el desarrollo de ciudades creativas: el binomio cultura y educación, así como la gobernanza y la cooperación territorial. Por otro lado, la jornada del viernes 14 de octubre se ha centrado específicamente en el mundo del libro en la ciudad creativa, con un primer ámbito enfocado a las bibliotecas y el libro, un segundo ámbito que versó sobre la relación entre ciudad y literatura a través de las fiestas y ferias del libro, así como el papel de la ciudad en la literatura.

La última jornada, la del 15 de octubre, se ha enfocado en implicar al ecosistema local desde una perspectiva transversal, con conversatorios en torno a temas vinculados con las ciudades creativas en espacios cercanos a los actores locales. En la vieja estación de trenes, AFE, actual sede de la Oficina de la Juventud de San José se ha realizado un diálogo sobre a la creatividad cultural que ha implicado a personas jóvenes. Y en el Hub San José ha tenido lugar un conversatorio en torno a la tecnología y la inteligencia artificial.

 

Construyendo la agenda local de la cultura

El primero en intervenir en este bloque que ha abierto las Jornadas, moderado por Félix Manito, presidente de Kreanta, ha sido Alfons Martinell, exprofesor de la Universidad de Girona y, actualmente, miembro de la dirección científica de la Comunidad de Conocimiento sobre Cultura y Desarrollo Sostenible de la Red Española para el Desarrollo Sostenible REDS SDSN, que ha centrado su intervención en proponer La cultura sostenible en la agenda local. Ha empezado definiendo la agenda local como una “estrategia artesanal y ligera”, que traza líneas de trabajo, que necesariamente son adaptables a las situaciones cambiantes en contexto local y global, caracterizado, actualmente, por diferentes crisis (bélica, climática, democrática…). Entendiendo que la agenda local debe consolidar las conquistas sociales como las libertades individuales y culturales, propone invertir en los sistemas culturales locales, potenciando el trabajo transversal para reforzarlos, así como impulsar su desarrollo, pues el sistema cultural facilita que otros sistemas funcionen. Esta agenda local debe incluir temas de desarrollo sostenible vinculados a la Agenda 2030 y no puede estar alejada de la crisis climática, la equidad, la salud… Por otro lado, Alfons Martinell ha hecho referencia a la importancia de generar un nuevo contrato social para la cultura, fundamentado en los derechos culturales, que proteja el ejercicio libre y la participación en la vida cultural, así como unos servicios culturales mínimos. Ha concluido definiendo la ciudad creativa como la que crea un clima cultural de libertad, respetuoso, en el cual inciden también otras políticas (urbanísticas, de salud, de educación…).

Por su parte, Mariana Wainstein, directora nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, en su intervención ha recalcado la importancia de poner la cultura en la agenda política mundial, como sucedió en Mondiacult. Mariana Wainstein ha hecho referencia a La cultura en la agenda política uruguaya a través de la Dirección de Cultura. Como Alfons Martinell defiende la dimensión transversal de la cultura y apuesta por introducir mecanismos de flexibilización en la administración adaptados a una cultura permanentemente cambiante y dinámica. Asimismo, indica que, desde el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, se están revisando las normativas, que, durante la pandemia, dejaron entrever su poca efectividad como soporte al sector cultural, para fortalecer el marco legal de apoyo a la cultura. Por otro lado, destaca como se está apostando por la descentralización de la cultura en Uruguay, trabajando con el interior desde una perspectiva que pretende facilitar la actividad cultural local. También hace referencia a la puesta en marcha de programas culturales vinculados con la salud como “La cultura hace bien”, un plan de prevención del suicidio, en el que se ha trabajado a partir de la conexión y la dimensión relacional de la cultura. Finalmente, alude al hecho que la cooperación público-privada debe ser y es cada vez más importante.

La última intervención ha sido la de Gerardo Grieco, director y docente de la Tecnicatura en Gestión Cultural de la Universidad Claeh y del PDG Programa de desarrollo gerencial para la gestión de Centros Culturales, que se ha centrado en un aspecto específico de la agenda local de la cultura, La gestión cultural y los espacios públicos. Grieco ha empezado señalando que tres décadas atrás, después de la dictadura, la infraestructura cultural uruguaya se caía. Destaca que, actualmente, el panorama ha cambiado y existe una trama de infraestructuras culturales sustantiva en las ciudades, que es un elemento imprescindible de su identidad. Gerardo Grieco se pregunta cómo deben abrirse estas infraestructuras y recalca que es necesario generar las condiciones para que se desarrolle una escena teatral off, como pasó en Argentina, por medio de exoneraciones de impuestos a empresarios teatrales, así como políticas de apoyo a artistas y colectivos artísticos para que puedan dedicarse al 100% a su actividad, condición necesaria para desarrollar un trabajo internacional.

 

Estrategias y políticas públicas para el desarrollo de ciudades creativas

El segundo bloque ha sido moderado por Juan Carlos Barreto, coordinador del Área de Gestión Territorial de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, y empezó con la intervención de Jorge Melguizo, consultor, conferencista y profesor en gestión pública, cultura y participación social. En su intervención Hacia una Nueva Agenda Cultural Mundial. América Latina en Mondiacult 2022, Jorge Melguizo dibuja una nueva agenda cultural mundial en clave Latinoamericana, con cinco principios básicos. El primero consistente en trabajar por la cultura como un derecho y un factor de inclusión, lo que supone facilitar las oportunidades para generar una equidad real. El segundo se fundamenta en potenciar la cultura como factor de convivencia para luchar contra la inseguridad, propiciando espacios culturales de encuentro donde la desarmonía sea tratada con formas no violentas. El tercero consiste en partir de un nuevo concepto de ciudadanía que supere atavismos, clasismos, racismos… y sea respetuoso con las múltiples diversidades. El cuarto principio se centra en asumir la cultura como elemento fundamental de transformación, lo que implica repensar los planes de desarrollo desde una perspectiva cultural para construir economías del común, solidarias y cooperativas. Finalmente, el último principio se basa en crear un espacio permanente de reflexión y acción para pensar la cultura en otras dimensiones (equidad, educación, salud, justicia ambiental, feminismos y disidencias, justicia transicional y memorias históricas, democracia…). Su intervención se ha completado con la formulación de ejes y acciones concretas transformadoras para posibilitar la aplicación de su propuesta de agenda cultural.

Ana Carla Fonseca, conferencista y consultora internacional sobre economía creativa, ha sido la segunda en intervenir. Después de la pandemia, Ana Carla Fonseca señala que era necesario poner Las ciudades creativas en el diván, pues hay temas que ya no se pueden rehuir de la agenda cultural de las ciudades creativas: la reconexión de las personas, el calentamiento global, el futuro del trabajo, la salud mental, los extremismos, la economía creativa con valores compartidos… lo que supone inventar nuevas estrategias. En este sentido, Ana Carla Fonseca propone cuatro ejes para la reinvención de las ciudades creativas: por un lado, conexión entendida como necesidad de establecer conexiones entre personas, ciudades, áreas urbanas y rurales; por el otro, identidad e historia para recobrar la dignidad urbana de los territorios; así como innovación como elemento crucial. El último eje que propone es entender la cultura como el genius loci romano: alma de la ciudad y elemento de identidad, vinculándolo con el ambiente inspirador y propicio a la creatividad. Ana Carla Fonseca ha concretado estos ejes con la presentación de un ejemplo de estrategia, el plan intermunicipal para fortalecer la economía creativa en la región de Vale do Ribeira, alejada de la capital regional, Sao Paulo, y con una importante cultura viva olvidada.

Finalmente, Carla Redaelli, coordinadora del Área de Economía Creativa de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, se ha centrado en las estrategias impulsadas por la política ministerial en relación con la Economía creativa. En su política de apoyo a la cultura como motor de desarrollo, la sostenibilidad se entiende como un concepto clave. En este sentido, Carla Redaelli destaca que se están creando fondos para estimular a los proyectos emergentes para que crezcan y que sean sostenibles sin el apoyo del Estado. Otra línea de trabajo, que presenta y que se desarrolla desde el Área de Economía Creativa, es el Sistema de Información Cultural que trabaja con indicadores para obtener información actualizada sobre el valor que la cultura aporta a la sociedad. Además, se ha puesto en marcha un Fondo de Incentivo Cultural para promover el mecenazgo empresarial dentro de la cultura. El Área desarrolla también un trabajo sobre el ecosistema de las industrias creativas que ha impulsado encuentros mediante mercados culturales sectoriales en el territorio. Finalmente, en aras de recuperar la cultura y los valores históricos de Uruguay, desde el Área, se han elaborado diferentes Rutas culturales y creativas.

 

Ciudad, cultura y educación

Roser Bertrán ha dinamizado el diálogo sobre Ciudad, cultura y educación que se ha abierto con la intervención de Santiago Trujillo, actualmente director del programa de Cine y Televisión, de la Maestría en Gestión y Producción Cultural y Audiovisual y de la Maestría en Dirección de Cine de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. En su intervención sobre Formación artística y ciudadanías culturales, Trujillo ha empezado planteando los retos del binomio cultura y educación en América Latina. En un contexto de racismo, machismo y clasismo estructurales en las ciudades, que se caracteriza por discursos excluyentes que han marginado la diversidad, defiende que una cultura de paz debe potenciar la convivencia en la diversidad en escuelas públicas y privadas. Considera urgente que las nuevas generaciones reconstruyan una soberanía cultural para el ejercicio de la propia libertad y que se reconozcan como agentes culturales capaces de expresarse con medios artísticos. Para Trujillo, que fuera impulsor y director del Instituto Distrital de las Artes de Bogotá (IDARTES), el proceso de educación de los niños no se circunscribe al aula de clase, pues la ciudad y la ciudadanía deberían ser agentes activos también en su educación. Desde IDARTES, Santiago Trujillo ha destacado que impulsó el diseño de una estrategia de formación artística dentro y fuera del aula con agentes educativos para construir ciudadanías culturales, que impulsaran una convivencia en la diversidad y la democracia en una ciudad atravesada por violencias y exclusiones. Así, se crearon los CLAN (Centros Locales de Arte para la Niñez y la Juventud) y Tejedores de vida para niños entre 0 y 5 años. Esta política permitió, entre otros, vencer procesos de segregación territorial, generar espacios de equidad en términos simbólicos y de narrativa, fomentar la expresión de niños y jóvenes a través de los lenguajes del arte, así como contribuir a la construcción de una ciudadanía cultural.

La segunda en intervenir ha sido Chiqui González, asesora de Infancias del Centro Cultural Kirchner en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En su ponencia Cultura y Educación: las paradojas de las ciudades, ha presentado las problemáticas que identifica en la relación entre cultura y educación. Chiqui considera que la educación no pone el eje en el sentido, como sí lo hace la cultura, sino en el conocimiento. En este línea, señala que la escuela da un protagonismo excesivo a los contenidos curriculares y a los métodos homogéneos de enseñanza, relegando la forma al arte, a pesar de que sin forma-contenido no hay aprendizaje ni creación. Una segunda problemática que identifica consiste en el encierro de las instituciones de cultura, y, sobre todo de educación, que deben abrirse al territorio, como espacios de reparto de poder, saber y afecto, e interaccionar con otros ámbitos. Además, señala que las infraestructuras deben ser bellas, hospitalarias y dignas, así como aprender a ser plenamente democráticas, mezclando edades, ofreciendo espacios de descanso y de reunión, y abriéndose a las polémicas del mundo. Otra problemática que identifica son las disyunciones que arrastra la educación desde el siglo XIX entre cuerpo y mente, teoría y práctica, sujeto y objeto… que considera que deben ser desalentadas en favor de un pensamiento complejo que responda a las necesidades del contexto. Considera que educación, cultura, ambientalismo deben unirse en un solo derecho humano, entendiendo que el ambientalismo integral no es ni cuidar la naturaleza ni expoliarla, sino conseguir que el niño y la niña se forme desde pequeño sintiendo que es parte de la naturaleza, que el hombre y la mujer no son la medida de todas las cosas. Finalmente, preconiza abandonar el adultocentrismo para dar el protagonismo al ciudadano.

Lucina Jiménez, consultora internacional en cultura y desarrollo, políticas artísticas y cultura de paz, ha sido la tercera en intervenir dentro de este bloque para hablar sobre La ciudad como espacio creativo y educativo. Su Intervención se ha centrado en la profunda dimensión biopolítica, bioética y biocultural del binomio cultura-educación. También ha comenzado señalando que hay que repensar el vínculo entre cultura y educación y que esto pasa necesariamente por el reconocimiento de los derechos culturales y los debates asociados a éstos: cambio climático y sostenibilidad, diversidad, descolonización… para avanzar hacia sociedades igualitarias, diversas e interculturales. Entiende que el combate a las diferentes formas de exclusión debe ser una prioridad. Por otro lado, propone incluir la nueva concepción de las ancestralidades para repensar como vivimos la ciudad. En este sentido, plantea la necesidad de reconocer las entidades que trabajan desde estas perspectivas, pues están hablando de pensar distinto la educación y miran de una manera más sostenibles las prácticas artísticas, las maneras de vestirse, de alimentarse y de vivir la ciudad. Estos movimientos sociales son cuestionadores por las convenciones desde donde se han construido las miradas, que suele ser el lugar donde se han originado estas problemáticas. A parte de profundizar en estos aspectos, Lucina Jiménez también ha contribuido al debate, citando proyectos de educación y cultura. Conarte, organización de la sociedad civil, está haciendo pues una pedagogía de la esperanza y de la ternura como un acto revolucionario. La red de cultura viva comunitaria, iniciada en Brasil, tiene experiencias en todo el continente y hablan mucho de la diversidad de expresiones resaltando las experiencias de comunidades indígenas que están haciendo sus propias narrativas. En Chile destaca que ha habido un trabajo muy interesante de diagnóstico del Ministerio de Educación sobre la educación artística. En Costa Rica hubo también una reflexión muy importante sobre cómo reordenar el currículo de escolar desde una perspectiva de ciudadanía cultural y pensando lo artístico, donde la ética y la estética transforman la experiencia.

El último en intervenir ha sido Ariel Britos, director fundador de la Orquesta Juvenil del Sodre y del Programa “Un Niño Un Instrumento”. Su presentación sobre Formación artística y en valores para la infancia, adolescencia y juventud parte de su experiencia en la recuperación de la orquestra como formación en decadencia. Señala que hay que derribar las formas de estudio de la música de los conservatorios, para crear una especie de “renovatorios”, desde la comprensión que la orquestra es un aprendizaje en grupo, donde se necesitan personas tan diferentes como los instrumento que la forman. Considera que, en la orquestra, hay interdependencia, solidaridad, generosidad, y que todo el mundo colabora con lo que tiene. En el estudio de la música, lo más importante deben ser los valores y la práctica de la vida, pues cree que la excelencia es una búsqueda, no un lugar. Para ello, en las iniciativas en las que ha participado, han tenido que aportar dinamismo a la formación de sus músicos, pues no todo el mundo tiene las mismas capacidades para llegar al mismo tiempo al mismo lugar. Sin una metodología fija, enseñan a aprender, colocando herramientas para que cada persona encuentre las que necesita libremente en un marco de valores donde se reconocen en el otro. Considera que esta forma de trabajo debería extrapolarse a la educación formal. Por otro lado, cree importante promover un sistema a nivel nacional de coros y orquestras, teniendo en cuenta a todas las edades, desde los recién nacidos, e implicando a las familias. En este sentido, considera que las ciudades tienen un papel que jugar, ya sea poniendo las infraestructuras como contribuyendo en su difusión.

 

Gobernanza y cooperación territorial

El cuarto y último bloque del día ha sido moderado por el también ponente Félix Manito, presidente de Fundación Kreanta, en lugar de la directora de la Escuela de Gobernanza, Rossana Reyes, que no ha podido estar presente. La primera en intervenir ha sido Tere Badía, secretaria general de Culture Action Europe, que ha centrado su intervención Redes para la cultura, una cultura de redes en la gobernanza colectica a partir de su experiencia en Culture Action Europe. Esta red de cooperación y de conocimiento compartido, que pretende colocar la cultura en un lugar central tanto en el debate político como en el debate social, está formada por 200 miembros. Como red transectorial y transorganizacional, plantea retos asociados a la diversidad de sus miembros y de sus interlocutores a nivel de gobernanza colectiva, constantemente tensionada en su afán de horizontalidad. Abre espacios de participación a los propios miembros y también a otras organizaciones que se incorporan a los debates para integrar una mayor diversidad de voces del sector cultural. Entiende la cultura como bien público, como una práctica y no como un recurso a extraer para fomentar desarrollo económico. La comprensión de la cultura como práctica es un elemento fundamental que le permite generar comunidades abiertas y diversas, así como desarrollar nuevas miradas desde su valor exploratorio y de experimentación. Tere Badía ha compartido también algunos de los retos que tiene planteados la red, entre los que se destaca explorar el bienestar esencialmente enfocado al concepto, desarrollado en América Latina, de “buen vivir” vinculado a la cultura. La lucha por la libertad de expresión de artistas encarcelados en Europa y el reconocimiento de la cultura como un Objetivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 son otros de sus retos.

El segundo en intervenir ha sido Enrique Glockner, director General de la Fundación VOCES para la Consciencia y el Desarrollo, con una presentación sobre Gobernanza y cooperación territorial: la cultura como catalizador de la gobernanza. Enrique Glockner ha empezado su intervención hablando sobre como la Agenda 21 de la cultura, redactada en el 2004, permite trabajar y diseñar políticas públicas desde su concreción en Cultura 21 acciones, que concentra en 100 acciones las posibilidades que las ciudades tienen de hacer dialogar la cultura y diversas cuestiones como el medio ambiente, la gobernanza, la educación, el espacio urbano, entre otros. En este marco, Glockner entiende que la gobernanza, como “buen gobierno”, es aquel que satisface las necesidades inmediatas de sus habitantes y que lo hace de una manera permanente con un sistema que identifica las problemáticas y les da solución, es decir un gobierno compartido que genera un equilibrio entre diversas acciones roles y funciones teniendo el diálogo como centro de cualquier estrategia. Asimismo, considera que la gobernanza implica una tensión entre lo público y lo privado y que debe encontrar el equilibrio donde ninguna de las dos fuerzas prevalezca sobre la otra. En este sentido, como forma de establecer mecanismos de gobernanza, las estrategias locales de desarrollo sostenible deben basarse en la corresponsabilidad de todos los actores implicados, lo que implica que los gobiernos locales reconozcan los actores de la sociedad civil, las organizaciones privadas y la ciudadanía como clave del debate público en el establecimiento de prioridades. Enrique Glockner considera que la Carta de Roma, redactada en 2020, es una herramienta actual que establece cinco ejes que son una pauta para ir construyendo nuevas bases de cooperación y de construcción de estas redes necesarias para poder avanzar de forma corresponsable hacia la gobernanza. La Carta de Roma entiende, además, el espacio público como un elemento fundamental que atiende los derechos culturales y en consecuencia la gobernanza y la cooperación.

El último en intervenir ha sido Félix Manito, que ha centrado su intervención en Ciudades Creativas y su impacto en la gobernanza y la democracia. Desde una mirada muy orientada a la administración pública, Félix Manito se plantea los retos para avanzar hacia la gobernanza colectiva. Como primer reto plantea que es necesario reducir el déficit cognitivo de la administración, mejorando su capacidad de aprendizaje frente a las transformaciones sociales y tecnológicas, así como reconvertir el capital humano, internalizando la inteligencia y externalizando el trámite. El segundo reto que formula tiene que ver con retener y atraer talento tanto interno como externo, pero también profesionalizar los cargos de dirección para que los cambios políticos no descapitalicen de talento al sector público. En este sentido, defiende que la mejor manera que la administración municipal sea competitiva en la captación de talento es siendo proactiva y desarrollando proyectos. El tercer reto que identifica consiste en cambiar la mentalidad en la creación de valor público, que debe relacionarse más con conocer, aprender y liderar procesos sociales que con producir. El cuarto reto está relacionado con generar un gobierno abierto, valorizando funciones clásicas de la propia administración pública como: la función informativa, la de rendición de cuentas, la relacional y la deliberativa. Para finalizar, el quinto reto que propone consiste en reinventar los modelos de relación y colaboración con una amplia diversidad de actores, de forma que los sistemas públicos del futuro tiendan a ser como constelaciones de núcleos de conocimiento más pequeños diversos y autónomos regidos por reglas mucho más flexibles. La reinvención significa experimentar, lo que implica que la administración debe estar abierta al riesgo y a la posibilidad de fracaso.

 

Bibliotecas y lectura: acceso al conocimiento y formación de la ciudadanía

La segunda jornada de Ciudades Creativas Kreanta se ha abierto con un panel sobre bibliotecas y lectura pública moderado por Pablo Pucheu, director general de Cultura de la Intendencia de San José. Assumpta Bailac, vicepresidenta de la Fundación Biblioteca Social, en su ponencia Las bibliotecas públicas, conectando con su comunidad se ha centrado en proponer un nuevo modelo de biblioteca más abierto que el tradicional. Para Assumpta Bailac las bibliotecas de una red pública deben compartir una misma misión y unos mismos valores, consistentes en facilitar el acceso a la información y al conocimiento de forma universal a toda la población. Al mismo tiempo, cada biblioteca debe ser diferente, porque debe responder, en calidad de servicio público, a su entorno más inmediato, es decir a realidades sociales y económicas muy diferentes en cada ciudad y en cada barrio. Para Bailac, hay cuatro elementos centrales en la configuración de una biblioteca pública. La biblioteca debe dirigirse al conjunto de la población, esto significa que sea un equipamiento abierto, que invite a entrar, con espacios formales e informales. Por otro lado, las colecciones tendrían que ser diversas, en este sentido, es importante pensar que perfil de colección necesitan las personas usuarias que utilizan la biblioteca. Otro de los elementos es la vinculación con la formación, donde la alfabetización informacional juega un rol importante para poder ayudar a la ciudadanía a detectar la información relevante y disponer de instrumentos que permitan moverse mejor por el actual contexto informativo. Finalmente, los profesionales de las bibliotecas deben tener la mirada abierta, ser proactivos y poner a las personas en el centro de su actividad, lo que significa salir de la biblioteca y relacionarse con todos los agentes que trabajan en su entorno.

En esta misma línea, María Rosa Machado, jefe del Departamento de Cultura de Comfenalco Antioquia, en su ponencia El reto cultural de las bibliotecas. Espacios de encuentros humanos, se ha centrado en los retos culturales de las bibliotecas. María Rosa Machado entiende las bibliotecas públicas como un gran centro cultural de encuentros humanos que promueven oportunidades de conectarse no solamente con la propia comunidad sino también con el mundo. Considera la biblioteca como espacio de creación artística, no solo literaria, que genera espacios de creación, sobre todo colectiva, tanto presenciales como virtuales. También señala que las bibliotecas deben ser espacios de experimentación que permitan desarrollar capacidades y competencias de tipo intelectual, que ayuden a entender el entorno y a ser propositivos. Además, entiende que las bibliotecas deben ser espacios de conversación, intercambio y reflexión con personas distintas y con personas similares. Asimismo, considera que las bibliotecas tienen que ser espacios permanentes de formación artística y cultural, abriendo sus puertas a procesos de aprendizaje y conectando diferentes disciplinas artísticas y culturales. Finalmente, el gran reto que tienen las bibliotecas consiste en convertirse en plataformas para poner en diálogo y visibilizar los patrimonios vivos de la comunidad para reconocer las diversidades y fomentar la convivencia. En este sentido, las bibliotecas de Medellín son grandes centros de circulación e intercambio de prácticas artísticas de todos los formatos, géneros y tendencias, pues disponen de auditorios, teatros y salas de exposición para ofrecer la oportunidad de tener experiencias estéticas más performáticas. La biblioteca debe ser, en definitiva, un espacio de intercambio, un ágora pública donde el libro y la palabra en los diferentes formatos puedan generar espacios de conexión.

Finalmente, Valentín Trujillo, director de la Biblioteca Nacional de Uruguay, ha presentado El Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas de Uruguay. Valentín Trujillo ha empezado señalando que la nueva administración de la Biblioteca Nacional de Uruguay se encontró en el mes de marzo del año 2020 con el inicio de la emergencia sanitaria, y, en ese escenario de puertas cerradas físicas, pero de aperturas virtuales, comenzó a articularse como órgano rector del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. Se impulsó un gran proceso de planificación en los 19 departamentos del territorio, a partir de la elaboración de un censo para conocer los recursos con los que se contaba. A partir de aquí, se abrieron diversas bibliotecas en muchos casos temáticas, dependiendo de la región del país. Se establecieron cuatro lineamientos a trabajar: el primero consistente en la donación de documentos por parte de la Biblioteca Nacional. El segundo consistió en una capacitación, impartida por técnicos de la Biblioteca Nacional que fue virtual en un primer momento. Por otro lado, como espacio de conservación de lo publicado en el país la Biblioteca Nacional también es un centro de investigación con una rama editorial, que está trabajando en una línea que ha posibilitado que penetrara a nivel nacional de una manera más sistemática a como lo había estado haciendo hasta el momento. Finalmente, hay un proyecto en ciernes, que es el programa de digitalización de la prensa del siglo XIX, que tiene la voluntad de ser accesible para cualquier persona de cualquier departamento.

 

El ecosistema del libro en Latinoamérica

Félix Manito ha dinamizado el diálogo sobre el ecosistema del libro en Latinoamérica, que se ha iniciado con la intervención de Paco Ignacio Taibo II, director de la editorial Fondo de Cultura Económica, señalando que a pesar de que la pandemia afectó al conjunto de la industria editorial no alteró las nuevas reglas del juego que ya se estaban dando antes de esta. En América Latina se estaba viviendo un precio del libro disparado para el lector a causa de una política editorial diseñada desde algunas de las transnacionales españolas. La disminución de los tirajes de edición en España junto con los costes de exportación repercutía en precios muy por encima de las realidades económicas del lector latinoamericano, creando un mercado del libro excluyente. Paco Ignacio Taibo II llegó a sentenciar que hay dos políticas editoriales que separan América Latina y España. En este contexto, el Fondo de Cultura Económica que dirige, se ha convertido, durante la pandemia, en una transnacional con casas subsidiarias en nueve países de América Latina y con acuerdos de edición con editoriales españolas medianas. Un segundo aspecto importante, que Paco Ignacio Taibo II ha destacado, que se estaba dando antes de la pandemia, es la crisis de la lectura juvenil. Observa que se produce un mecanismo reactivo entre los adolescentes que consideran que leer es aburrido, en el que influye el mundo académico de la enseñanza con una presión continua sobre la lectura obligatoria, así como los mecanismos electrónicos de diversión que requieren menos atención. En este contexto, el Fondo de Cultura Económica, como empresa estatal, la mitad de cuyo presupuesto está destinado al fomento de la lectura, se plantea diseñar políticas de promoción y de distribución diferentes a las que se estaban desarrollando hasta el momento. Para llevar el debate a la calle empezó a realizar tres programas de televisión semanales sobre libros, que han cosechado un éxito interesante. Por otro lado, en México, con un sistema de librerías insuficiente y un sistema de bibliotecas deficitario, el Fondo de Cultura Económica ha puesto en funcionamiento 11 librobuses para hacer accesible el libro a poblaciones sin bibliotecas.

El segundo en intervenir ha sido Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y editor en Edhasa, para hablar sobre Las relaciones editoriales España-América Latina. Daniel Fernández ha empezado reconociendo que ha habido un proceso de concentración en buena parte de la edición española, que ahora está en manos de multinacionales y que, en estos momentos, tiene un papel fundamental en América Latina. El español, como segunda lengua mundial después del inglés, ha conseguido implantarse como lengua de enseñanza en el planeta, lo que ha contribuido a tener una industria editorial muy potente. Daniel Fernández reconoce que la industria editorial española ha sido capaz de exportar lo mejor y lo peor de su mercado del libro a Latinoamérica, en este sentido, en los 80, se exportaba muchísimo libro barato español, porque eran devoluciones. Sin embargo, ahora, el mercado latinoamericano se percibe como un mercado maduro. Cree que, dado el valor del libro, es importante tener precios asequibles accesibles, pero es un momento en que las diferencias cambiarias son muy grandes. A pesar de que los lazos y las complicidades entre editores y escritores de un lado y otro son bastante importantes, habría que potenciar estas relaciones. En este sentido, en 2016, se impulsó la Declaración de Barcelona, también llamada Declaración de Bogotá, para que se permitiera la libre circulación del libro entre todos los países iberoamericanos sin aranceles ni trámites de aduana engorrosos, que no ha sido aplicada.

Nicolás Der Agopian, coordinador del Instituto Nacional de Letras de Uruguay, ha centrado su intervención en Los programas de internacionalización del libro en Uruguay. Nicolás Der Agopian ha señalado que el Instituto Nacional de las Letras, creado en 2020, tiene como objetivo promocionar la creación literaria, fomentar la industria editorial y difundir el acervo literario uruguayo. La forma de trabajo del Instituto es enfocarse desde la tradición literaria nacional para afectar al presente por medio de los escritores jóvenes. En este sentido, para Uruguay tiene una gran importancia tener dos premios Cervantes vivas: Ida Vitale que el año que viene cumple 100 años, y la escritora Cristina Peri Rossi, radicada en España. En su objetivo de popularizar las letras y democratizar el acercamiento al libro, organiza una feria de editoriales para promocionar los libros de escritores uruguayos y visibilizar a las editoriales emergentes que publican autores uruguayos. También impulsa la revista ERM, en la que participan escritores uruguayos reconocidos, jóvenes periodistas e ilustradores. Tanto la revista como las exposiciones sobre literatura que se realizan pretenden acercar las letras a otros públicos. También se han establecido incentivos a la a la edición y premios a las letras, cuyo objetivo es hacer circular a los autores ganadores por todos los encuentros literarios. Todo este trabajo permite promover la presencia de los autores uruguayos en las ferias internacionales.

 

Vivir el libro y el espacio público: ferias y fiestas para el fomento de la lectura

En este bloque, moderado por Félix Manito, Ana Piedad Jaramillo, directora de los eventos del Libro de Medellín, ha explicado, como desde la secretaría de cultura ciudadana de la Alcaldía, se impulsan Los eventos del libro de Medellín. Ana Piedad Jaramillo señala que Medellín ha puesto en marcha una política pública de lectura que la ha convertido en la ciudad más lectora del país. El lema de los eventos del libro de Medellín de este año era “Tiempo de imaginar”, pues después de la pandemia, consideraron que era tiempo de imaginarse un mundo mucho más amigable con el medio ambiente y con más iniciativas comunitarias. Todos los eventos del libro tienen como objetivo principal promover la lectura, en este sentido son gratuitos, aunque también buscan impulsar la venta de libros. La población se ha apropiado de estos eventos que se desarrollan en el espacio público. Hay tres eventos principales: el primero es la feria popular Días del libro, que se hace todos los años en la Biblioteca Público Piloto y su espacio aledaño, en el barrio Carlos E. Restrepo. Se trata de una feria muy local que tiene como objetivo potenciar las editoriales independientes y los libreros de Medellín, así como tejer ciudad, pues atrae población de otros barrios. El segundo evento es la Parada juvenil de la lectura, que se hace cada año en un barrio diferente de la ciudad. Actualmente, es un evento conocido por los jóvenes, que dura un fin de semana y que permite que los jóvenes se vayan apropiando de diferentes zonas de la ciudad. El último evento es la Fiesta del libro y la cultura que dura una semana y que se realiza Jardín Botánico de Medellín y sus alrededores. Hace 16 años este era un sector deprimido la ciudad, la apuesta por la cultura permitió empezar a crear tejido social. Se trata de una celebración muy informal, que permite celebrar muchos tipos de eventos en torno al libro, y ser espacio de encuentro de la población y de los actores vinculados al libro.

Elisenda Figueras, directora de la empresa Taleia cultura dedicada al fomento de la lectura, ha centrado su presentación Festivales, ferias y… ¡Sant Jordi!, también en tres eventos vinculados al libro que se desarrollan en la región de Catalunya. El primero es el Festival Mot, que tiene lugar en dos ciudades catalanas a 100 km de Barcelona, donde dos Ayuntamientos suman para poder ofrecer un festival de alto nivel internacional, tiene lugar durante una semana en un municipio y la otra en otro. Se trata de un festival que prioriza la proximidad y la relación directa entre el autor y el público, que no se masifica y que busca la excelencia. Como festival temático, no de género, cada año plantea un concepto, que es desarrollado por un comisario que diseña una programación que relaciona las artes y la literatura. Como trabaja en base a un contenido, no busca la novedad y se ha convertido en evento prescriptor de libros para la fiesta de Sant Jordi. El segundo es la Semana del libro en catalán, una feria, que dura 10 días y está organizada por la asociación de editores en lengua catalana. Este proyecto pretende fomentar la lectura y la compra del libro en catalán, el idioma propio de Cataluña. Es un evento que se celebra desde hace 40 años, por lo tanto, tiene una historia bastante importante. Finalmente, Sant Jordi es una macro fiesta que tiene lugar durante un día, se trata de un mercado, vestido con un relato emocional, que es fundamental para entender su magnitud. La fiesta de Sant Jordi se creó a principios del siglo XX, está impulsada por el sector privado, y es la fiesta más amada de Catalunya, donde lo importante es la venta, la prescripción y la identidad, y donde se realiza un trabajo con los autores muy importante. Sant Jordi es una experiencia que la población catalana espera a lo largo del año. Es un evento que abarca toda Catalunya y que tiene una importancia capital para el sector editorial a nivel de ventas. Los ayuntamientos, las bibliotecas públicas, el tejido de librerías y las editoriales de toda la región se movilizan. En cada municipio de Cataluña hay, como mínimo: una parada de libros, un recital, una conferencia, una charla, una firma de libros… esto significa una población de 8 millones de personas y 32.000 kilómetros cuadrados de territorio están volcados en este evento.

Celeste Verges, directora de la Feria Internacional de Promoción de la lectura y el Libro de San José, fue la última en intervenir y presentó la 15ª edición de la feria, “Demos vuelta la página”. Señaló que la Feria Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro, forma parte de una política pública compartida, porque es una alianza entre lo público y lo privado, que se realiza desde hace 14 años. Para la organización de la feria promover la lectura supone visualizar diferentes tipologías de textos, por ello se realizan todo tipo de actividades vinculadas a las artes. La feria ocupa espacios públicos, con la convicción que las plazas son un espacio de encuentro de la gente y de formación ciudadana. El espacio de la plaza de los Treinta y Tres está ocupado durante varios días por carpas: la carpa de la palabra, de la comunicación, del arte… además, hay actividades en el Teatro Macció, las bibliotecas, la Casa de la Cultura. Hay actividades durante todas las horas del día en los diferentes espacios simultáneamente. También es muy importante la alianza con otras instituciones culturales como el Museo Departamental, el Instituto Cultural Ignacio Espino…. Tan significativo como la feria misma es el trabajo, con anterioridad, en los clubes de lectura de todo el país, que tienen las listas de los libros que se presentan en la feria. La Feria también incluye entre sus actos la Bienal Internacional de Poesía, cuya premiación se hace desde el Gobierno departamental en colaboración con la Fundación Pablo Neruda. También en alianza con el sector privado, en este caso la Cámara Uruguaya del Libro, el gobierno departamental ha iniciado recientemente un plan piloto, con la voluntad de ser aplicado en otras ferias de todo el país, que concede a bibliotecas del departamento un vale para comprar libros a partir de una elección de los bibliotecarios, que saben lo que quieren sus destinatarios.

 

La ciudad narrada: la visión de las escritoras

Roser Bertran, vicepresidenta de Fundación Kreanta, ha dinamizado el diálogo entre tres escritoras de lengua española: Larissa Rú, joven escritora costarricense que recibió en el 2021 el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría del Ministerio de Cultura de Costa Rica en la categoría de novela; Victoria Guerrero Peirano, escritora, investigadora, catedrática y activista feminista peruana; y, Maite Carranza, escritora española de larga trayectoria para jóvenes, con más de sesenta títulos en su haber y traducida a treinta lenguas, que es una de las autoras catalanas con más presencia internacional.

A partir de la pregunta sobre cómo la ciudad y el territorio influye en su obra, Larissa Rú ha explicado que, en Cómo sobrevivir a una tormenta extranjera, usa la ciudad y el territorio como un reflejo de la metamorfosis y también de la madurez emocional del personaje conforme va pasando por ciudades de Europa. La ciudad deja pequeños fragmentos de memoria selectiva, pesadillas… convirtiéndose en un laberinto de emociones. En su incursión en la literatura de terror, Larissa se inicia con ciudades liminales, inventadas a partir de características de diferentes ciudades, como hace Úrsula K. Le Guin, en su toda su saga de Terramar. La ciudad liminal tiene un protagonismo muy grande y se complementa también con el desarrollo y los conflictos que se dan como los conflictos raciales, el machismo y el miedo de la mujer en ciertos espacios públicos. Por su parte Maite Carranza ha reconocido que, durante mucho tiempo, evitó la concreción en las imágenes de la ciudad. En cambio, para meterse en la piel de una persona de Gambia que llega a Catalunya usa la ciudad como referente precisamente para tratar algo que le resultaba muy difícil, que era cambiar de mirada. En este uso emocional de la ciudad se planteó cómo se ve y siente, desde los ojos de otra cultura, aspectos como las calles angostas que no dejan pasar el sol, o el ruido y la altura incomprensible de los edificios de Mataró y Barcelona. Victoria Guerrero, por su lado, ha empezado explicando que su generación vivió en su ciudad, Lima, el conflicto armado interno entre del Estado y los grupos alzados en armas (Sendero Luminoso, Tupac Amaru…) A pesar de no ser los protagonistas, su generación vivió la guerra como escenario durante su adolescencia y juventud. Cuando escribe su poemario Berlín se ubica dentro de todo ese pasado de memoria del Perú, como un ruido de fondo.

En relación a como otros autores han reflejado la ciudad. Victoria Guerrero ha señalado que buena parte de la literatura peruana que se ha escrito sobre la ciudad es una literatura patriarcal que se centra en barrios acomodados, como Miraflores y San Isidro, este sería el caso de Vargas Llosa y Julio Ramón Ribeyro. Mientras que hay dos grupos icónicos de la poesía peruana: el grupo Hora Zero en los años 70 del siglo XX, que comienza a recorrer la ciudad de otra forma, no desde el centro. En sus poesías aparecen los migrantes internos que llegan a Lima. Abarcan además diversidad de tipos sociales y raciales, aunque siguen siendo hombres. En los años 80, el grupo Kloaka con su antipoética radical, no dibuja la belleza, habla de la crisis, lo que significa implícitamente hablar de la guerra. En estos autores entra la ciudad Lima de una manera radical. En otras escrituras peruanas, la ciudad está dentro de la obra, como una sensación o una memoria, no hace un mapa realista de la ciudad, sino que traza una cartografía más íntima de ella. Y ahí aparece justamente digamos el horror o estas relaciones complejas con lo racial y con las clases sociales. Cuando un autor está escribiendo desde una realidad inmediata ya lleva encima la ciudad y la transmite a través de sus personajes, haciendo cómplices a los lectores que no necesitan tantas coordenadas. A este respecto, destaca a Mario Bellatín, escritor mexicano, que tiene varias novelas escritas y ancladas en Perú, como Salón de belleza, que nunca habla de Lima, pero se intuye la ciudad. También, en la obra de Carmen Ollé, la ciudad se cuela, como una metáfora del conflicto, que no puede describir porque es demasiado fuerte, o Gabriela Wiener en Huaco retrato, que se refleja a sí misma como mujer migrante que vuelve a los espacios de una geografía peruana compleja. Maite Carranza alude a dos autores que también supieron reflejar la ciudad desde los márgenes, Juan Marsé que retrata Barcelona como una ciudad canalla, una ciudad en cambio constante, durante los años 60 y 70 del siglo XX. Las relaciones humanas que se establecen entre sus personajes tienen que ver con la geografía de una Barcelona de clases sociales, donde juega un especial protagonismo el barrio popular del Carmelo. También destaca que Mercè Rodoreda describió el barrio de Gracia en La plaza del diamante, que está ambientada durante la guerra civil española y todo lo que sucede está condicionado por ese espacio. Maite Carranza recalca también que las novelas policíacas han hecho un gran favor a la memoria colectiva de Barcelona, porque la ciudad, que refleja Montalbán en sus novelas ya no existe. A este respecto, Larissa Rú expresa su incomodidad en el uso concreto de la ciudad de autores contemporáneos como Daniel Quirós o anteriores como los vinculados al Círculo Literario de Turrialba.

En lo que respecta a la relación entre la literatura y la creación de un imaginario de ciudad, que, en algunas ocasiones, se relaciona con el turismo, Larissa Rú considera que es difícil influenciar a un lector que no ha visitado San José, por un lado, porque nunca menciona textualmente la ciudad de San José y, por el otro, porque los turistas que viajan a Costa Rica no se suelen sentir atraídos por la capital. Por su parte, Victoria Guerrero considera que Lima es una ciudad rica en historia y compleja, pero que limpia la memoria y, por lo tanto, la literatura está poco presente en la ciudad. Sin embargo, destaca iniciativas como la Casa de la Literatura Peruana que propone un recorrido por el centro de Lima por las casas donde vivió el poeta César Vallejo para celebrar el centenario de la publicación de Trilce, y, que también ha promovido recorridos sobre escritoras del siglo XIX. Vitoria Guerrero destaca otro proyecto en el que está involucrada, que se llama Mapa de Escritoras Peruanas, cuyo interés era hablar de territorios y de conflictos, por eso se integraron en el mapa escritoras vivas que tuvieran una influencia en su comunidad, no solo residentes en Lima, también en el territorio o en el extranjero, así como escritoras que escriben en lenguas originarias. Maite Carranza ha señalado que, cuando escribe, no se da cuenta que está creando territorios que se ven bajo ese prisma literario diferencial de lo que es la realidad porque la autora lo reinventa al escribirlo. En este sentido, destaca que hay una veneración del lector emocionado, al que el autor ha tocado la fibra sensible, y desea hacerle un homenaje físico revisitando los espacios que describe a través de la mirada que le ha transmitido el autor. En este sentido destaca la iniciativa de los clubs de lectura, cuyo aliciente es la lectura de diversas obras sobre una ciudad, que después se va a visitar en compañía de alguno de los autores.

 

Jóvenes, ciudad y cultura

En la última jornada, Carolina Hornes, directora general de Políticas Sociales de la Intendencia de San José, ha moderado el conversatorio dirigido a los colectivos de jóvenes implicados en la cultura que ha tenido lugar en la antigua estación AFE. Siul Bango, publicista compositor autor y guionista, ha empezado cuestionando con su presentación la educación tradicional, conductista y estructurada, en contraposición a una formación, que genera espacios que permiten conectarse con experiencias sensoriales, artísticas e inspiradoras. Considera que es esencial no dejar nunca de hacerse preguntas e imaginar, a pesar de que la educación tradicional merme esta capacidad. En esta misma línea, cree que la construcción de la política cultural debe valorizar la creatividad y encontrar el camino intermedio entre la conducción y la espontaneidad. Siul Bango ha recordado su experiencia en la realización del espectáculo del centenario del Teatro Macció, donde invitó a imaginar el San José del futuro a partir de una pieza publicitaria para que la ciudadanía se sumara a las actividades de intercambio en los barrios, potenciando los valores culturales de la comunidad. Ha recalcado que los sueños de los abuelos y abuelas legaron a los josefinos de hoy una ciudad que ofrece más oportunidades, un departamento donde poder trabajar, estudiar desarrollarse y soñar con mayor confort, pero que no todo salió como lo soñaron. Así plantea que es el momento de pensar el San José que sueñan los josefinos de hoy, el desafío es que entre toda la población se construya un futuro compartido. Como ha señalado al principio de su exposición, todo el mundo puede ser creativo, pues la creatividad es una condición inherente al ser humano, necesaria para cambiar la realidad de las ciudades, contribuyendo a mejorar las condiciones de convivencia y por tanto la calidad de vida. Al final, ha invitado a los participantes a cuestionar y preguntar como forma de trabajo.

Marciano Duran, creativo, publicista y escritor, en su presentación Re-creando, se ha centrado en compartir iniciativas que tratan de resiliencia, reconstrucción e imaginación, a partir de acciones ciudadanas que se desarrollaron antes de la pandemia, durante y después. Marciano Duran formaba parte de proyectos de ciudadanos comunes y corrientes, antes de la pandemia. Cuando llegó el virus estas iniciativas vecinales tuvieron que reconstruirse inmediatamente sin tiempo de preparar nada. En este contexto, se creó los Autocuarentenados, que reunía a adultos, que no necesariamente tenían mucha experiencia en redes y tecnología, y que se encontraban todos los días a las 21 horas a lo largo de dos años en vivos de Facebook para leer, cantar, contar y acompañarse en los momentos difíciles, desde distintas ciudades de Uruguay y del planeta. La segunda experiencia se llamó Prospectos lectores, y consistía en un club de lectura con un grupo de personas de entre 17 y 85 años que se daban cita cada viernes para leer autores universales en la plataforma Zoom, debatiendo e intercambiando sobre la vida, la muerte, la soledad… Cuando se pudo salir, el encuentro pasó a ser presencial. Mientras tanto, participó en re-crear dos proyectos que ya se estaban haciendo antes de la pandemia centrados en el tránsito de gente y de cultura. Jaguar, cuya raíz en quechua significa transfusión, consiste en llevar de una ciudad a otra un conjunto de actividades culturales, sociales y deportivas durante un plazo de tiempo acotado. El otro proyecto se llama Cure, nombre guaraní que alude a la cura, y propone transitar con un grupo de gente a través de diferentes territorios para compartir experiencias de vida fuera de sus territorios con las personas del lugar. El viaje mismo también es parte de la experiencia y se convierte en una gran aula con 30 alumnos-docentes. Considera que los proyectos artesanales de vecinos pueden ser uno de los caminos a recorrer para empoderar a la sociedad civil para hacer mejores ciudades. En este sentido, Marciano Duran ha invitado a los jóvenes a mezclarse con los de otras ciudades.

 

Ciudad creativa, territorio, tecnología e inteligencia artificial

Martin Ponzetti, coordinador general de Tecnología e Innovación en la Intendencia de San José, ha moderado el conversatorio en el Hub de San José, un espacio de nuevas tecnologías que está inserto en un edificio donde funciona históricamente el mercado de frutas y verduras, generando una integración con la producción tradicional.

Hugo Achugar, director de la Maestría en Políticas Culturales del Centro Universitario Regional del Este de Uruguay, ha presentado Desafíos de la relación «Territorio versus Inteligencia Artificial”. Hugo Achugar señala que el escenario post pandémico refleja la revolución tecnológica, que se está produciendo desde el surgimiento de la inteligencia artificial y que significa un cambio civilizatorio, aspectos como la guerra entre Rusia y Ucrania, lo pluriversal… forman parte de este. Considera que la inteligencia artificial y la revolución que implica va a potenciar diferencias entre ciudades y territorios espectadores y aquellos que producen las transformaciones tecnológicas. Las diferencias al interior de regiones países y ciudades existían antes y se agudizaron durante la pandemia y persisten en grados disímiles. Considera que gracias al Plan Ceibal, Uruguay pudo sobrellevar y surfear la pandemia en mejores condiciones. Esto obliga a repensar la relación de territorio y virtualidad, así como la función de los ciudadanos y ciudadanas en el escenario actual. En este aspecto, Hugo Achugar señala que es importante el relato que se construye día a día, y, constata que, en lo que se está viviendo, no aparece Uruguay, pues se considera periferia. El hecho de estar deshabitado complica su participación en la noción de territorios y de ciudades creativas. Señala que se suele decir que Uruguay es el país más pequeño de América Latina, cuando lo que se quiere decir es que es un mercado pequeño. Considera, además, que cuando se habla de ciudad creativa, hay que valorar el porcentaje de apoyo a la innovación, las creaciones de las personas que generan cultura, los emprendimientos que combinan creatividad cultural con innovación tecnológica, etc. Cree que pensar como será San José dentro de 20 o 30 años es importante y hay un elemento fundamental que es la inclusión, pues sin inclusión no hay futuro posible. Propone repensar las instituciones desde una co-gobernanza de la cultura con la participación de la sociedad civil, el sector productivo y las personas que trabajan a nivel tecnológico y de inteligencia artificial.

Julio Gabriel Teijeiro, director general de Desarrollo de la Intendencia de San José, ha centrado su intervención en la aplicación práctica de la inteligencia artificial a la ciudad de San José. Parte del concepto de ciudades inteligentes como ciudades donde se identifica la tecnología como factor fundamental para mejorar la vida de las personas, así como se fomenta un entorno sensible a los aspectos humanos y de sostenibilidad. Señala que lo que busca la aplicación de la inteligencia artificial en San José es la implementación de métodos y medios de producción, comunicación y relacionamiento entre las personas que sean sostenibles. En este sentido, la planificación es muy importante pues permite pensar las ciudades con una visión a largo plazo, respetando aspectos patrimoniales, espacios de dispersión, verdes y recreativos, y la utilización de dispositivos generadores de energías limpias. Por otro lado, considera que tiene que generarse un empoderamiento territorial desde el desarrollo sostenible, pues si los hábitos y las costumbres no se tienen en cuenta, no se puede dar una integración de la sostenibilidad a nivel ciudadano. Considera también que para que la ciudad sea inteligente y creativa debe haber un enfoque inclusivo que tienda puentes para superar la brecha digital. Finalmente, también señala que es fundamental la participación ciudadana en las ciudades humanamente inteligentes.

 

Un balance positivo

Félix Manito, presidente de Fundación Kreanta, ha cerrado la sesión haciendo balance sobre las primeras Jornadas Internacionales Ciudades Creativas Kreanta en formato híbrido. La experiencia de San José ha demostrado que este formato ha venido para quedarse, pues a pesar de que la potencia de la presencialidad del encuentro se ha demostrado insustituible, el streaming ha permitido la participación de público de Argentina, Brasil, Cuba, Colombia, España, Francia, México… Asimismo, un formato presencial habría hecho más complicada la presencia de los 28 ponentes internacionales que han intervenido y que han hecho aportaciones imprescindibles al corpus de conocimiento orientado a promover la centralidad de la cultura en el desarrollo de las ciudades. Por otro lado, hay que destacar que las Jornadas han favorecido la interacción de la cultura con otros ámbitos de las políticas, pues se han generado alianzas fundamentales entre Cultura y otras áreas de la Intendencia de San José. Asimismo, es destacable la alianza con el Ministerio de Educación y Cultura, que ha permitido sumar instituciones con culturas diferentes en la organización del evento.

 


Todas las intervenciones están accesibles en el Canal de Youtube de Ciudades Creativas Kreanta: https://www.youtube.com/@CiudadesCreativas

 

Las presentaciones pueden consultarse en la web de Ciudades Creativas Kreanta: https://ciudadescreativas.org/jornadas/xii-san-jose-2022/


 

Foto de portada: De izquierda a derecha, Mariana Wainstein, Ana María Betanberri y Félix Manito durante la inauguración de las XII Jornadas Internacionales Ciudades Creativas Kreanta.