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¿Cuáles son las claves que determinan el liderazgo creativo de una ciudad?

Félix Manito

En este texto les comparto algunos apuntes breves sobre estrategias centrales en la promoción del liderazgo creativo de una ciudad. Sin ánimo exhaustivo abordaremos el relato de ciudad, la cultura de la innovación, la retención y atracción de talento, la gobernanza y las alianzas y la gestión basada en la visión, el plan y la acción.

Creando un relato de ciudad

El semiólogo, filósofo y escritor italiano Umberto Eco es autor de numerosos ensayos sobre semiótica, estética, lingüística y filosofía, así como de varias novelas, entre ellas El nombre de la rosa, pero también nos legó su pensamiento a través de frases breves que transmiten su visión de múltiples temas. Una de estas frases nos anticipa nuestra reflexión sobre el relato de ciudad. Decía Eco que “los humanos somos animales narrativos”. Las narraciones fundaron nuestra civilización y en todas las culturas los seres humanos dan sentido al mundo gracias a ellas. Las narraciones estructuran nuestra personalidad. Las narraciones son el fundamento de nuestra comprensión. Los seres humanos somos los únicos animales narrativos. Los únicos que necesitan de narraciones para vivir y para construir una comunidad.

Esa lógica narrativa de los humanos es extrapolable a las ciudades y para identificarla en las ciudades, para identificar el relato de una ciudad tenemos que formularnos tres preguntas clave: ¿Qué nos diferencia? ¿Qué nos hace auténticas/únicas? ¿Cuál es nuestra marca ciudad?

El concepto de ciudad creativa está estrechamente ligado al relato o narrativa de una ciudad. La narrativa de una ciudad es la forma en que se cuenta y presenta la ciudad al mundo, a través de su historia, su cultura, su arte y sus características únicas. Cada ciudad construye su narrativa, su relato y especialmente relevante tener una actitud proactiva en concretar sus singularidades, sus diferencias, su autenticidad para construir una marca de una ciudad o de un territorio. Veamos dos ejemplos que nos ilustran sobre la diversidad y complejidad de variables presentes en estos procesos de creación de singularidad. Se trata de la ciudad de Lyon y el Norte de Jutlandia en Dinamarca.

La ciudad de Lyon es reconocida internacionalmente por la Fête des Lumières (Fiesta de las luces)[1]. Es una antigua tradición. Cada 8 de diciembre los habitantes de la ciudad de Lyon encienden velas en las ventanas para recordar como a mediados del siglo XVII la Virgen María libró a la ciudad de la peste. Hoy en día, desde hace treinta y tres años, Lyon lo celebra con un festival entero de luces: Fête des Lumières. La ciudad resplandece en una explosión de color y luz. Las calles, plazas y fachadas de monumentos emblemáticos, así como los parques urbanos, acogen instalaciones artísticas creadas por diseñadores de iluminación, artistas visuales y otros videoartistas locales e internacionales. Este evento de cuatro días atrae a miles de personas tanto de Francia como del extranjero y la tradición se ha convertido en uno de los principales eventos culturales de Europa y marca de ciudad.

El Norte de Dinamarca es un ejemplo de cómo transformar unas circunstancias adversas de la naturaleza en una oportunidad de singularidad y en este caso de atractivo turístico. El Norte danés es casi una isla, separada del resto de Jutlandia[2] por el enorme fiordo de Limfjord y rodeada por el Mar del Norte hacia el oeste y el Kattegat, al este. Era un territorio deshabitado, inhóspito, con fuerte viento y transformado en destino turístico con los siguientes atributos:

  • El aislamiento produce una luz muy especial y hay más horas de sol aquí que en otros lugares de Dinamarca.
  • Unas vacaciones aquí ten brindarán un paisaje hermoso, pero duro, con playas de arena blanca interminables, dunas, acantilados, páramos y bosques.
  • El viento del oeste hace inclinar los árboles, pero la zona que rodea Limfjord es más suave y reparada del viento, con colinas y campos fértiles, estrechos pequeños, ensenadas y bahías.
  • Playas azotadas por el viento, dunas movedizas, islas y las mejores condiciones del país para hacer deportes acuáticos… ¡el Norte de Jutlandia es la tierra más salvaje de Dinamarca!
  • Sólo aquí puedes entrar en dos mares a la vez y ver los mil colores del mar bañando tus pies. En Skagen, no te pierdas la gastronomía local. ¡Lo único difícil es decidir irse!

Promoviendo la cultura de la innovación y del riesgo

Una ciudad creativa no es la que tiene mejores ideas o proyectos. Innovar no es inventar. Innovar es la capacidad de llevar a la práctica nuevas propuestas e iniciativas bajo una actitud disruptiva. En términos de políticas públicas ese paradigma significa incorporar de forma activa y permanente la cultura de la innovación: creando espacios para la creatividad (fábricas de creación, espacios de coworking, laboratorios de innovación…) y creando una comunidad creativa facilitando el establecimiento de redes y encuentros entre artistas, emprendedores y gestores culturales.

Una de las estrategias para favorecer la innovación es facilitar el contacto, el intercambio y la cocreación. La era digital entierra el individualismo como estrategia para competir y todos los expertos instan a los jóvenes a resolver problemas económicos y sociales colaborando. El director del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), José Manuel Leceta, utilizaba en el Fórum Impulsa[3] una expresión muy gráfica: “el emprendimiento y la innovación son un deporte de contacto”.

Ahora bien, la cultura de la innovación comporta también el escenario del fracaso. Este es un riesgo al que muchas culturas tienen poca tolerancia y sería deseable normalizarlo como parte esencial de la innovación. Un riesgo que nos gustaría ver más instalado en la gestión pública a pesar del coste político que puede comportar. Reinventar significa experimentar, significa riesgo, puede significar fracaso y exige tiempo para conseguir resultados.

Retener y atraer talento

El talento son personas altamente cualificadas en sus respectivas disciplinas, que aportan un valor añadido en sus organizaciones, que pueden moverse bien en entornos internacionales, y que persiguen constantemente su mejor versión. El talento es un bien escaso, y ya no solo son las empresas las que compiten por el mismo. Existe una competencia feroz entre las ciudades del mundo para atraerlo y retenerlo.

El talento es una de las ventajas competitivas de una ciudad que no es replicable a otras. Lo que hace una ciudad excepcional es la capacidad de juntar una gran cantidad de personas con talentos diversos que pueden aprender unos de los otros y crear un entorno donde las ideas se pueden compartir. La existencia de un ecosistema de talento en una ciudad atrae la inversión (y no viceversa).

Para atraer talento las ciudades compiten, entre otras políticas, promoviendo la cooperación público-privado, una fiscalidad competitiva, infraestructuras de calidad, administración eficiente, ecosistema formativo de calidad o seguridad jurídica.

El talento es una moneda de dos caras: una es atraer, pero la otra tanto o más importante es retener. Veamos en este ámbito dos casos de iniciativas locales de los ayuntamientos de Ámsterdam y Donostia-San Sebastián.

La oficina de gestión del urbanismo del Ayuntamiento de Ámsterdam promueve la “Broedplaatsen”[4]. Son factorías artísticas que reúnen cerca de dos o tres mil creadores, artesanos y empresarios dedicados a la cultura o al ocio y la restauración y son a la vez un modo de trabajar, relacionarse, relajarse e incluso vivir. En Ámsterdam, el movimiento squatter (años 70 del siglo XX) mostró la posibilidad de hacer ciudad ordenada trabajando juntos, compartiendo, gestionando. Su modo de hacer mezcla de lo popular y lo elegante, de lo comercial y lo social, está en la base de los “broedplaatsen”, iniciativas culturales no comerciales que brindan espacios a los artistas y creadores e incentivan la actividad económica. Son, a su vez, espacios de gran valor social en los que encuentran acomodo personas con problemas económicos y de convivencia. Estas potencialidades de las factorías artísticas mejoran la imagen de las zonas en las que se ubican, pero generan a la vez una gran atracción e interés por adquirir o alquilar viviendas, lo cual repercute en un incremento de los precios de los inmuebles. Para que los talleres artísticos continúen siendo asequibles a largo plazo, se firma acuerdos entre promotores y corporaciones que son las bases del programa “broedplaatsen”. Además, el programa apoya diversas iniciativas dirigidas al asesoramiento a grupos de artistas y creadores, y brinda su experiencia en campos tan diversos como la construcción, la financiación, la contratación, la organización y el mantenimiento de espacios.

La apuesta por la innovación es clave como estrategia de ciudad del ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y como motor de transformación social y económica. En esta apuesta son aspectos críticos: el conocimiento, el talento, los emprendedores, las empresas innovadoras y el propio impulso de la colaboración en un ecosistema rico y diverso. Como acción de captación de talento se construye el edificio Talent House[5] con el objetivo de facilitar la llegada de personas investigadoras de alto nivel a las universidades y empresas de la ciudad. El edificio ofrece servicio de alojamiento en apartamentos independientes y un plan de acogida inicial con asesoramiento personalizado en la gestión de trámites. Con este proyecto el ayuntamiento de Donostia-San Sebastián pretende: incrementar la comunidad científica y favorecer su integración en la ciudad; difundir y socializar el conocimiento científico-tecnológico, generar espacios de encuentro físicos y virtuales y el trabajo en red vinculado a la I+D+i.

Gobernanza y alianzas

Los objetivos estratégicos de una ciudad creativa demandan un sistema de gobernanza eficaz y eficiente, un entramado institucional que se estructure mediante la generación de confianza y la gestión de una gobernanza colaborativa que permita disponer de las capacidades de múltiples actores. Un sistema en el que las ideas y mecanismos de relación y coordinación ente los diferentes actores se articulan de manera horizontal en el desarrollo del proyecto de la ciudad y basado en la deliberación conjunta, la interacción, la interdependencia, la coproducción y la corresponsabilidad.

Los proyectos de cooperación europea son una excelente escuela de gobernanza y de gestión de alianzas. En esta línea una breve referencia al proyecto «Rutas Singulares»[6] en el que ha participado Fundación Kreanta junto con las ciudades de Irun y Barakaldo (Euskadi), las ciudades de Tournefeuille y Foix (Occitania / Región Pirineos-Mediterráneo) y la ciudad de Sant Just Desvern (Cataluña).  El proyecto tiene como objetivo crear una red transfronteriza de ciudades pequeñas y medianas ubicadas en el área de influencia de grandes capitales regionales, con el fin de reforzar su atractivo mediante estrategias conjuntas de cooperación en materia de turismo cultural. Las acciones de Rutas singulares desarrolladas en cada ciudad tienen como objetivo, tal como se ha indicado, reforzar su atractivo turístico gracias a la revalorización del patrimonio cultural y a la oferta de nuevos productos turísticos relacionados con la creación contemporánea. Se trata, por tanto, de respaldarse en los recursos patrimoniales y en el dinamismo creativo de los territorios.

Visión, plan y acción

La última clave tiene que ver con algo tan necesario como denostado: la planificación estratégica. Es decir, visión, plan y acción. A pesar de sus deficiencias y malas prácticas la planificación estratégica continúa siendo el instrumento menos malo para diseñar y gestionar una ciudad creativa.  No hay que olvidar que la planificación estratégica ha permitido a la cultura multiplicar su impacto en el territorio y situarla en el centro de las políticas públicas.

Promover una ciudad creativa es un proceso de largo plazo que se construye de forma permanente con proyectos atractivos. Igual que al artista la inspiración le pilla trabajando -frase atribuida a Pablo Picasso- a las ciudades la inversión les llega proyectando. En un entorno cada vez más competitivo entre territorios si no hay proyectos atractivos en marcha, el talento y el dinero preferirán siempre otras ciudades más proactivas.

 


Este texto corresponde a la segunda parte de la conferencia inaugural del I Encuentro Internacional de Ciudades Creativas y Desarrollo Sostenible organizado por el ayuntamiento de la ciudad portuguesa de Castelo Branco del 12 al 15 de abril en el proceso de presentación de su candidatura a la Red de ciudades creativas de la UNESCO en la categoría de artesanía y artes populares basada en el bordado de Castelo Branco. El proceso de candidatura se inició a principios del 2022 y ha finalizado a finales de junio del 2023 con la presentación del expediente de solicitud a la UNESCO. En el Encuentro han participado representantes de ciudades creativas en el ámbito del bordado [Ilha da Brava (Cabo Verde), São Luiz do Paraitinga (Brasil), Tetuán (Marruecos), San Cristóbal de Las Casas (México), João Pessoa (Brasil) y Cidade da Praia (Cabo Verde)] y de la red de ciudades creativas de Portugal (Caldas da Rayha, Covilhã y Idanha-a-Nova). Ucrania ha sido el país invitado del Encuentro. Más información: https://www.kreanta.org/ciudades-creativas-de-la-unesco-y-candidatura-de-castelo-branco/

Foto de portada: “Rutas Singulares”, proyecto europeo de cooperación transfronteriza en el que participan Fundación Kreanta y municipios franceses y españoles.


 

[1] https://www.fetedeslumieres.lyon.fr/fr

[2] https://www.visitdenmark.com/denmark/destinations

[3] https://www.elmundo.es/economia/2014/06/30/53b13347268e3e0d1c8b4578.html

[4] https://www.amsterdam.nl/kunst-cultuur/ateliers-broedplaatsen/

[5] http://www.donostiainn.eus/es/talent-house/

[6] https://www.rutas-singulares.eu/