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Las diez claves del proyecto Ciudades Creativas Kreanta

Félix Manito

Un cordial saludo desde Barcelona a todas y todos. Nuestro más sincero agradecimiento al municipio de Tournefeuille por la invitación. Mis disculpas por no haber podido compartir este encuentro presencialmente. La razón es que en estos momentos estoy viajando a Monterrey (México) donde tendrán lugar la séptima edición de las jornadas Ciudades Creativas.

Las jornadas Ciudades Creativas es un proyecto de Fundación Kreanta iniciado en el 2008 con una clara voluntad de participación activa en la promoción del papel central de la cultura en el desarrollo de las ciudades y en la construcción de ciudadanía. Las jornadas tienen una clara intención: promover el diálogo del sector cultural con los sectores del urbanismo y el desarrollo económico. Los cuatros ejes permanentes de las jornadas son: cultura, territorio, economía y ciudad. Hasta la fecha se han realizado seis ediciones: cuatro en España (Sitges que contó con la participación de Tournefeuille, Barcelona, Zaragoza y Madrid) y dos en América Latina (Medellín y Buenos Aires). La séptima como les informaba se llevará a cabo del 24 al 26 de octubre en Monterrey (México).

A continuación, les comparto el ideario, las claves de esta iniciativa que desde el 2008 promueve Fundación Kreanta.

La primera clave es cultura

Las jornadas potencian un concepto de cultura basado en la diversidad cultural. En este sentido, el proyecto de Ciudades Creativas comparte el pensamiento de Zygmunt Bauman: “muchas culturas, una sola humanidad”. Entendemos, tal como formula la Agenda 21 de la cultura, que es cultura todo lo que está relacionado con los procesos de construcción de identidad de las personas y los colectivos, con la creatividad, con las formas de progreso y con la cohesión social de las comunidades. Cultura es arte, ciencia y humanidad y cultura es también industrias creativas en su sentido más amplio desde la gastronomía hasta la arquitectura. Igualmente consideramos que la acción cultural local debe tener cada vez más un componente relevante para la generación de valores. Según la filósofa Victoria Camps “tenemos más principios éticos de los que somos capaces de cumplir. Lo que nos falta es voluntad y valentía para actuar en consecuencia con lo que decimos que creemos”. Compartimos su apuesta por la ética de las virtudes, que considera que el problema está en las personas, no en la falta de discurso.

La segunda clave es ciudad

Las ciudades son los motores de las economías nacionales y nodos cruciales para la innovación y la competitividad. En las ciudades es en dónde se produce el éxito o el fracaso en las tres dimensiones de una globalización exitosas, a saber, prosperidad, equidad y sostenibilidad. La ciudad se ha convertido en el contenedor de los problemas del mundo y en el espacio donde aprenden a vivir de manera compartida gente diferente.

La tercera clave es territorio

Las ciudades y los territorios constituyen un entorno privilegiado para la intervención cultural y proveen el entorno necesario para la diversidad creativa. La planificación urbana es un acto cultural. Y subrayamos especialmente el valor de los espacios públicos como bienes colectivos que pertenecen a todos los ciudadanos. Las ciudades tienen la responsabilidad de permitir la apropiación de estos espacios.

En la dimensión territorial el gran reto de la agenda urbana del siglo XXI es la transformación de las periferias. El arquitecto Renzo Piano apunta: “para rescatar las periferias, lo primero que hay que hacer es evitar que sean ciudades dormitorio. Segundo: hay que llevar fertilizantes a la periferia. Es decir, llevar actividades no solo residenciales y productivas, sino culturales y de servicios. Llevar la vida, porque si no hay vida falta el afecto, la cohesión. La ciudad es bella solo cuando es mixta; cuando la residencia, el comercio (que no son los centros comerciales), las actividades productivas, las oficinas, la cultura, las escuelas, los servicios, las bibliotecas están juntos. Si no existen estos elementos, la ciudad o la periferia no son nada”.

La cuarta clave es economía

La economía creativa, que incluye una ecología de agentes con y sin fines de lucro, grandes y pequeños, puede cumplir un papel importante en el surgimiento de sociedades sostenibles en las que se equilibran los valores económicos y sociales con los culturales.

En esta dimensión económica las actividades culturales tienen que tener cada vez más un papel importante en el surgimiento de los modelos de economía social y colaborativa en los que los beneficios económicos, la utilidad social y la gobernanza democrática se combinan y propician así mismo modelos de desarrollo sostenible.

La quinta clave es ciudadanos

Los ciudadanos son los actores clave en la configuración de la escena cultural local y son la garantía de que la vida cultural de la ciudad será tan dinámica y sólida como lo demande su tejido humano. Los gobiernos locales tienen que promover los derechos culturales: es decir, los derechos de los ciudadanos a determinar libremente su identidad, a desarrollar y ejercer sus capacidades creativas, a reconocer las expresiones culturales de otros y a ser reconocidos por ellos, y a participar en las decisiones públicas vinculadas con la cultura.

La sexta clave es sociedad civil

Las asociaciones sin fines de lucro, cooperativas y fundaciones han cumplido un papel fundamental en el sector de la cultura. La importancia económica de este sector no ha sido adecuadamente reconocida. Hoy en día, en la búsqueda de nuevos modelos sociales y económicos que sean más sostenibles, es necesaria una exploración más profunda de estas formas de organización.

La séptima clave es cooperación

Las iniciativas de la sociedad civil tienen el reto de generar el máximo número de complicidades para llevar adelante sus proyectos. Desde su primera edición las jornadas han sido posibles a través de amplios acuerdos de cooperación entre instituciones públicas, privadas y del tercer sector. Pero el reto de la cooperación es imprescindible también para la administración, las empresas y los ciudadanos. Bajo el principio de la cooperación y de la hibridación las potencialidades se multiplican y es el entorno adecuado para la implementación de la innovación. El contacto, la cooperación entre personas es la base de la innovación.

La octava clave es glocalización

Partimos de la premisa que la dimensión universal es el referente moral que ha de orientar a un creador que tiene que escribir, pintar, cantar como si lo hiciera para todo el mundo. Ahora bien, como afirma el sociólogo Manuel Castells: “las transformaciones asociadas con la globalización y la creciente interacción no significan el final de los espacios locales ni el fin de la geografía. Al contrario, pronto quedó claro que lo local sigue siendo relevante y, quizá, aún incluso más”. Para nosotros con esta reflexión de Castells nos parece más pertinente el concepto de glocalización que el de internacionalización.

La novena es innovación

Una ciudad creativa no es la que tiene mejores ideas o proyectos. Innovar no es inventar. Innovar es la capacidad de llevar a la práctica esas nuevas propuestas e iniciativas bajo el paradigma de la innovación abierta y el ideal de la transformación abierta y la actitud disruptiva. En términos de políticas públicas ese paradigma significa incorporar de forma activa y permanente a la ciudadanía en la gestión cultural. En ese escenario los proyectos de emprendimiento social serán cada vez más decisivos. Para Kreanta las ciudades inteligentes son las que promueven ciudadanos inteligentes con los que se construyen sociedades inteligentes.

La décima y última es cibercultura

Entendemos por cibercultura la cultura de las sociedades digitales. Los sistemas tecnológicos emergentes han producido un cambio importantísimo en la democratización cultural y un desarrollo creciente de una ética de la colaboración. No obstante, consideramos que es necesario reforzar la capacidad de las redes e internet para generar innovación y pensamiento crítico. Para el proyecto ciudades creativas la reflexión sobre la sociedad digital es prioritaria para explorar un buen uso social ante el abuso del activismo economicista en que se construye este nuevo modelo de desarrollo. El propósito de las jornadas es promover la hibridación entre las realidades digitales y las físicas.

Generar conocimiento y aprendizaje es uno de los activos básicos de nuestro proyecto de Ciudades Creativas. Desde Kreanta consideramos que los espacios de encuentro físico son una experiencia insustituible. Una experiencia en la que todos aprendemos: participantes, ponentes y organización. Por lo tanto, mi más sincero deseo que este encuentro sea un nuevo espacio de aprendizaje.

Mi agradecimiento y el de todo el equipo de Kreanta a todas y todos por su atención.

 

* Ponencia grabada bajo el título “Las diez claves del proyecto Ciudades Creativas Kreanta” a cargo de Félix Manito, presidente de Fundación Kreanta y director de las Jornadas Internacionales Ciudades Creativas en el marco del Seminario «Hacia una red transfronteriza de ciudades creativas» celebrado en el municipio de Tournefeuille de la región metropolitana de Toulouse el 21 de octubre de 2014. Se trataba del seminario final del proyecto europeo de cooperación transfronteriza «Tierras de imaginario», que llevaban a cabo la ciudad francesa y Barakaldo, y en el que participaron diversos expertos y concejales para reflexionar sobre los retos de las ciudades creativas.